sábado, 8 de agosto de 2015

F

Lo primero, la familia.
Después no sabría decirte si amigos o pareja, pero aquí no hay problema si tratas a tu pareja, ya seas varón o mujer, de la misma forma que a tus amigos, sin que cambies tu forma de actuar delante de ella/el, pero eso sí, con alguna que otra diferencia de estas que solo compartes con una persona en este mundo.
Albert me regañaría por salvarme a los amarillos, pero eso ya es otro tema en el que estoy de acuerdo con el y que ya compartire en otro momento.
Sin irme por las ramas, vuelvo a la cuarta palabra de esta entrada. Familia. No hay ni habrá nada igual, nada comparable, porque es algo que estará dentro de ti mucho mucho tiempo y no se puede hacer nada para intentar cambiar eso.
Me surge la idea rebelde de escribir el porque de este punto de vista mio. Bien. Yo no tengo la relación con mi familia que me gustaría tener, también es verdad que no se lo he explicado nunca, son cosas que cuestan, y más para una persona que es como un tarro de galletas sin fondo y las galletas son los sentimientos nunca contados. Cometí un error, pero como se vive con ellos, en vez de borrar y reescribir os explico, el tarro es aparentemente sin fondo, y nuca te fíes de las apariencias, en algún momento explotarás y nada podrás hacer para evitarlo.
Reflexionar en serio sobre la relación que buscáis con vuestra familia, que os acompañara toda vuestra vida. Mi consejo, no permitas el hecho de irles perdiendo poco a poco y paralo antes de que no tengas ni fuerzas ni fe. Yo no he perdido las ganas aunque si un poco de fuerza, pero siempre que te pase eso, podrás contar con alguien que te ayude a seguir.
Vida, sólo una. Familia, también. Amigos muchos, ya se marchen o perduren. La pareja, al igual que los amigos, puedes elegirlos, la familia no, poseemos una para nuestros noventa y cinco años de media.
Cuidad y cuidar

domingo, 21 de junio de 2015

Ella

Deseaba ser feliz, no pensar y alguna vez desaparecer, para no recordar los malos momentos que hacían de su día a día una montaña rusa. Esa noche lloró maquillada, sonrió sin ganas y durmió abrazada. Reía  solo en sueños, deseaba conseguir algún día superar la montaña de piedras que había ido acumulando diecisiete años, deseaba ser feliz.

Mientras le abrazaban le contaron un cuento, simplemente persiguiendo el deseo de calmarla. Nunca lo había escuchado, se alegró de ello. Un dragón, cachorro, rosa, e igual de perdido que la protagonista tanto de aquel cuento como de aquella vida. Se parecían, ella le puso el nombre de Algodón de Azúcar, aparentemente fuertes, hasta que la pérdida de la capa que les recubre dejará aflorar como su interior era. Esperaban juntos algo que cambiara su vida. Se morían por aprender a volar, física y relativamente.
En el mundo real, ella se dio cuenta de la razón que le impedía "alzar el vuelo". Demasiadas piedras acumuladas que no hacían mas que ralentizar su felicidad, consiguiendo que en algunos momentos esta fuera casi nula.
Le aconsejaban que se olvidara de la piedras y dejara de acumularlas, que se olvidara de Diógenes y de su síndrome, que eso en realidad no existía.
No podía superarlo, vive en dos mundos, es difícil abandonar un mundo con el que te has encariñado.

sábado, 18 de abril de 2015

E C S Y

Otra vez más, a ella le inunda un infinito mar de inseguridad, del que es muy difícil salir si no sabes como paliar con esa espesa atmósfera que le envuelve. Y ya no es sólo inseguridad lo que la rodea y la abraza sin cariño , la tristeza la envuelve con sus garras escondidas tras esos preciosos y blancos guantes que le incitan a quedarse, las lágrimas refrescan su pálida y reseca tez y la cama le incita a permanecer en su cómoda postura fetal, abrazándose las rodillas. Esa es la postura que utilizan los tristes, los perdidos, los incomprendidos.., y esa es la postura que ella ahora adopta. No es una chica de corazón y cuerpo novatos a este tipo de sentimientos. Se ahoga. Se agobia. Necesita algo. No sabe que es. 
La inseguridad la azota, y no es nada agradable, un golpe tras otro y ella no puede escapar porque no puede negar las ideas que llenan su cabeza y la hacen sentir inferior, menor que una hormiga en la enorme Tierra. Producirá temores, que no la abandonar, recordará momentos que harán retroceder su mínimo avance, se estancará en un océano, sin divisar ninguna isla. Se encamina a la depresión.
Y es que la depresión puede presentarse en una persona por cualquier desorden, por pequeño que sea, y te acompañara primero desde fuera hasta que poco a poco y tomándose el cuidado de no hacer ruido, se ira adentrando en lo mas profundo de tu ser. Y llegará ese momento en el que dudes quien esta en tu piel, si la enfermedad o tú mismo.

lunes, 10 de febrero de 2014

Palabras con sin sentido

Desesperación
Caídas
Fin
Odio
Heridas
Piedras
Lágrimas
Negras
Final
Explotar
Pegar
Cuchilla
Gilipollas
No
Inútil
Fondo
Cortar
Gritos
Llanto
Enferma
Roto
Decepción
Estúpida 
Sola
Dolor

Ana Mía

Cicatrizes 

viernes, 31 de enero de 2014

El sabor de no quererme

Hoy he vuelto a escribir en mi diario pero incluso a el también le miento. Hoy he vuelto a encerrarme en el baño, se que me hago daño porque no me quiero. La gente a la que temo digo que es a la que amo, fueron sus palabras las que cortaron mis alas. Y mi reflejo ya no me corresponde, mi mente ante el espejo mi belleza esconde. Pierdo confianza, ya no me respeto. No les pasa nada a todas esas camisetas. Conoces mi secreto y tengo que contarlo, él me ama y no lo sabe y le tengo preocupado. El tiempo esta en mi contra, niña tonta pide ayuda! Fue la envidia lo que provoco mi burla. Y es que soy la única que no veo mi belleza, la luna vela por mi porque así la rezan. Pero me escondo, allí donde no hay nadie, dentro de mi ya casi solo queda aire. Me faltan fuerzas, la ansiedad me consume, estoy débil, necesito que me curen. Hago un esfuerzo y pido a alguien que me ayude. Todos hemos sufrido, aquí no hay nadie inmune. Y es que me equivoco cuando pienso que estoy sola, porque yo soy la razón por la que vive otra persona. Mis ojos no lo ven, pero hay alguien que me quiere y no me quiere ver caer. Mis labios no lo sienten pero se resienten cada vez que miento. Mis ojos no lo saben pero hay alguien que los mira y que sabe lo que valen. Mi alma grita fuerte, debo pedir ayuda cuando sienta el sabor de no quererme. El sol salió pero en mi cuarto llueve, el esguince de mi alma se convirtió en fractura. Dentro de mi estomago las mariposas mueren. Mi solución no soluciona y pasara factura. Me torturo sin motivo y sin motivo lloro. Pasan las horas y sigo a solas. Hoy digo no más, mas mañana recaigo. No tengo el control porque hoy también recaigo. Pago con mi cuerpo el precio de no quererme. Mi mente adolescente tontea con la muerte. Por no saber, aun no sabes si te arrepientes. el sabor de no quererme resbala entre mis dientes. Soy aquello que yo quiera ser, y elegí perder y elegí caer. Elegí verme fea y sentenciar mi realidad. Una quiere ser estrella y no piensa con claridad. Y el es el Sol y nunca se encuentran, me siento sola mientras las estrellas juegan. Julieta sin Romeo la droga tomará y Romeo sin Julieta creéme que morirá. Tengo que escuchar y escuchar a quien me quiere. Escucharles y con el tiempo aprender a quererme. Tengo que pedir ayuda a aquellos que me quieren y con su ayuda, volver a hacerme fuerte.

Noches""

Noches en las que te preguntas por qué razón estas en el mundo. 
Noches que te dices que sólo es una mala racha para intentar animarte.
Noches en las que el sueño,te lo ha producido las lágrimas.

Todos tenemos estas noches, por unas razones o por otras... Cada uno es como es, pero nadie es capaz de vivir noventas años sin tropezar en su vida. Suelen decir "Caerse es una forma de aprender", es cierto y caerse es normal. Así cómo llorar es una de las mejores maneras de desahogar el nudo que tienes dentro. Pero... (¿Os habéis fijado? Siempre hay un pero). Pero uno no es capaz de estar todo el rato pegandose contra el suelo sin romperse nada. 

Noches en las que piensas en desaparecer.
Se te pasan por la cabeza maneras de hacerlo,
No sigas los impulsos te dices...
Pero no sirve para nada

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Demasiadas lágrimas para tan poco hombros.

Así es el mundo, o mejor dicho, la sociedad, porque el mundo no era así hasta que llego la sociedad. 
Demasiadas lágrimas que no son de cocodrilo, demasiada gente con la barbilla baja, demasiados rostros entristecidos. 
Siempre que nos sentimos así, lo único que queremos es desahogarnos con alguien. y muchas veces creemos que podemos hacerlo con cualquiera de los que consideramos nuestros amigos cuando la verdad es que a menos de la mitad de ellos no les importará lo que digas. y cuando esto se repite te das cuenta. Y empiezas a plantearte que quizá estarás mejor sola, empieza la depresión. 
Lo peor es cerrarte con llave, ahogándote en tus pensamientos, porque muy poca gente tiene la capacidad de poder aguantarte hasta encontrar esa llave. así es como lo vemos todo desde dentro, negro. Y cuesta mucho deshacerte de todo esto, hay personas que se callan y se forman un nudo que les atrapa. Yo, por ejemplo. No sabes cómo, de que manera o con quién puedes hablar, y aquí es cuando entran en juego los hombros. La gente va muy deprisa por la vida, preocupándose de sus propias vidas que no miran a su alrededor. Tus amigos ya no sabes si lo son por tus propios juicios contra ti. Total, que no encuentras un hombro en el cual poder llorar. 
Creo que he dejado claro el porque hacemos lo que hacemos donde lo hacemos. 
Pero todo es falso, esta en mi subconsciente.
 
No se ha acabado, segunda parte.
Pero yo soy la clase de persona que es incapaz de ser rencorosa, incapaz de decirle a alguien que algo ha hecho o dicho que me ha sentado no muy bien, incapaz de enfadarme, incapaz de no perdonar cualquier cosa. Y ¿para qué? 
Para acabar deprimidamente ahogada.